Washington, 4 jun (Prensa Latina) El primero de tres funerales a George Floyd será hoy en Minneapolis, donde fue asesinado por la policía hace 10 días, mientras las protestas contra el racismo, la brutalidad y la frustración continúan en todo Estados Unidos.
Las exequias -que pasarán por Raeford, Carolina del Norte, y concluirán en Houston, Texas, el próximo lunes-, comienzan en el Santuario Frank J. Lindquist de la Universidad Central del Norte de esa urbe de Minnesota, donde fue ejecutado Floyd el pasado 25 de mayo.
Según trascendió en medios locales, el reverendo Al Sharpton, activista por los derechos civiles y presidente de la Red de Acción Nacional, y el abogado de la familia Ben Crump, serán los oradores.
El cuerpo de Floyd lo trasladarán luego a Raeford, donde nació hace 46 años, para unas honras públicas y un réquiem familiar privado el sábado, y posteriormente serán las honras en Houston, escenario de gran parte de su vida. Allí no se descarta que pueda asistir el exvicepresidente Joseph Biden, casi seguro nominado demócrata a la presidencia de Estados Unidos.
Memoriales planeados mientras la nación intenta sanar, destaca un titular del diario The New York Times al reseñar las movilizaciones, en su mayoría pacíficas, que se extendían hacia su décimo día en el país.
Decenas de miles de manifestantes marcharon el miércoles en Nueva York, Washington y Los Ángeles, entre otras ciudades, desafiando los toques de queda pero también evitando la confrontación con la policía.
Muchos participantes aplaudieron la decisión de acusar a otros tres policías por la muerte de Floyd y de presentar una acusación más severa contra Derek Chauvin, el oficial que lo inmovilizó en el suelo con una rodilla durante casi nueve minutos lo que le provocó la asfixia.
Este es un importante paso en el camino hacia la justicia, y nos complace que esta importante acción ocurriera antes de la inhumación de Floyd, dijo Ben Crump, abogado de la familia.
La oleada de indignación nacional ya llevó a legisladores de varios estados a considerar la posibilidad de promulgar iniciativas destinadas a revisar los procedimientos policiales y las desigualdades sistémicas.
El expresidente Barack Obama, en unas declaraciones públicas poco frecuentes, alentó la víspera a los manifestantes y pidió a todos los alcaldes del país que revisaran las políticas sobre el uso de la fuerza y que implementaran reformas policiales.
Entretanto, el exsecretario de Defensa James Mattis añadió su voz al coro de condenas al presidente Donald Trump por sus llamados incendiarios y la militarización para intentar aplacar las protestas.
«Donald Trump es el primer presidente en mi vida que no intenta unir al pueblo estadounidense, ni siquiera pretende hacerlo. En lugar de eso trata de dividirnos», afirmó Mattis.